La gen z (aquellos nacidos de entre 1994 y el 2010), bien podrían ser el último sesgo de la audiencia que podrá aseverar “las películas de Barbie con las que crecí no fueron dirigidas por Greta Gerwig”. Arranquen dos meses de sus calendarios y la siguiente generación de niños (la alpha) no volverá a pronunciar lo mismo.
Es solo cuestión de que llegue el verano a nuestro lado del hemisferio para que dos de las rubias más talentosas de Hollywood resignifiquen el nombre Barbie. Esta se trata de la primera película live-action de la histórica muñeca Mattel, la cual es dirigida por la elocuente directora Greta Gerwig y la australiana que ha encantado al mundo, Margot Robbie; cinta que ya promete ser la película del año.

Ante ello, es crucial advertir que le precede toda una flota de entregas animadas que formalmente inician con Barbie en el Cascanueces en el 2001 y continúan con títulos aclamados por el público femenino como Barbie: La princesa y la plebeya, Barbie y las 12 princesas bailarinas o Barbie y el castillo de Diamantes. Popularmente se le conoce como el BCM (Barbie Cinematographic Universe). Es decir, toda película animada de Barbie que crió a la ya conocida gen z; incluyendome.
Tuve toda una infancia con cintas de Barbie. Es más, tengo la misma edad que la segunda película de Barbie (Barbie como Rapunzel). Mi historia y la de la franquicia inician en casi perfecta sincronía. Suficientes credenciales como para calificarme como una habida conocedora de Barbie. Por ello, comparto las 3 lecciones más importantes que sus películas le enseñaron a la niña nacida en el 2002; en espera de los nuevos aprendizajes que nos dejará la cinta del 2023.
- Barbie: La Princesa y la Plebeya
El deber es importante, pero tus propios sueños y aspiraciones lo son más.
Como en muchas de sus entregas, Barbie se prepara para ser la gobernante de un reino al que ama. Y como es bien sabido, esta es la película en la que cambia de lugares con una chica idéntica a ella, en apariencia, pero con un vida ordinaria como modista. De todas las lecturas que se pueden abstraer, aquella que más ha permanecido conmigo fue el valor de refutar lo esperado de ti si es que eso peligra tu felicidad personal. Barbie le tiene un profundo cariño a su nación, tanto que está dispuesta a desposar a un desconocido en nombre del bien común. Sin embargo, en ayuda de nuevos y viejos amigos, hace una apuesta a lo que su corazón desea, permitiéndose elegir a la persona que ama como esposo y prefiriendo la diplomacia amistosa con el otro reino.
- Barbie Fairytopia
Aun cuando no se te haya demostrado solidaridad, tú puedes empezar.
En una tierra de hadas, Barbie es la única de ellas en no tener alas. Una diferencia que le gana el rechazo de su comunidad, pero la salva de la extraña neblina que parece debilitar a sus pares. Al ser la excepción a la enfermedad Barbie se propone a llegar al centro de la situación para detenerla. No por ser inmune, ni porque las personas afectadas hubieran sido especialmente afectuosas en el pasado; todo lo contrario. Barbie emprende un viaje de riesgos porque, de entre todos, solo ella tiene un corazón humanitario y benigno con la capacidad de demostrar solidaridad por la salud de su gente.
- Barbie y las tres mosqueteras
A todos les gusta decirte lo que no puedes hacer, solo tú tienes el poder de decidir que puedes lograr.
Barbie siempre ha soñado en ser una mosquetera. Se ha preparado en arduos entrenamientos desde que era una niña en su pequeña aldea para cabalgar en dirección al reino tan pronto cumpla la edad requerida para dedicarse a cumplir su meta más grande en la vida. Al llegar, descubre que la idea de una chica mosquetera no emociona a ninguno de los varones de la ciudad. Aunque eso no la detiene ni a ella ni a sus nuevas amigas cuando una mentora con determinación de acero, y un gusto natural por impugnar los roles esperados de las mujeres, se encomienda en prepararlas como las mejores mosqueteras que hayan habido en la guardia real.
Son innumerables los obstáculos que dificultan que las protagonistas cumplan sus objetivos. Lo ejemplar de la cinta es la determinación de las mujeres por sobreponerse a casillas reduccionistas y demostrar con completa agencia que son ellas las dueñas de sus destinos.
En un mundo, no de plástico, donde podías ser lo que quisiera ser, yo quería ser bondadosa, amable y trabajadora. Es decir, Barbie.
Por: Yara Ameca / @yaraameca





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