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«Pinocho» es una película de animación clásica producida por Walt Disney Productions y estrenada en febrero de 1940. Está basada en la novela «Las aventuras de Pinocho» de Carlo Collodi, publicada en 1883.
La idea de adaptar «Pinocho» al cine fue concebida por Walt Disney y su equipo poco después del éxito de su primer largometraje animado, «Blancanieves y los siete enanitos» (1937). Disney vio en la historia de Pinocho la oportunidad de seguir explorando el potencial de la animación y de cautivar al público con un relato mágico y emocionante.
El proceso creativo de la película implicó la adaptación del texto original de Collodi para que fuera más apropiado para el público infantil y para el formato cinematográfico. Se realizaron numerosos bocetos y diseños de personajes, escenarios y secuencias, y se trabajó en el desarrollo de la trama y los diálogos.
La película requirió aproximadamente 2.000.000 de dibujos durante la producción. Finalmente, en la selección final quedaron 300.000, que fueron utilizados en el largometraje.
La producción de «Pinocho» tomó varios años, con un equipo de animadores, artistas y técnicos trabajando arduamente para dar vida a los personajes y crear las escenas animadas. El proceso incluyó la animación a mano de miles de dibujos individuales, la composición de música original y la grabación de voces para los personajes.
«Pinocho» fue una producción ambiciosa para su época. Se estima que el presupuesto total de la película rondó los dos millones de dólares, convirtiéndola en una de las películas más caras de su tiempo.
El talento detrás de «Pinocho» incluyó a reconocidos animadores de Disney, como Frank Thomas, Ollie Johnston y Ward Kimball, así como a compositores como Leigh Harline y Paul J. Smith, quienes crearon la inolvidable banda sonora de la película.
En el número musical de «Cuando sueñas con una estrella», cuando el foco está puesto sobre Pepito Grillo, se observan dos libros a la izquierda: Alicia en el País de las Maravillas y Peter Pan.
En ese momento, Walt Disney comenzó a desarrollar las dos historias para ser llevadas a la pantalla grande. Las películas se estrenaron en 1951 y 1953 respectivamente.
Cantada originalmente por Cliff Edwards (la voz original de Pepito Grillo), «Cuando sueñas con una estrella» tuvo 125 versiones y numerosas adaptaciones en otros idiomas.
En ese momento, Walt Disney comenzó a desarrollar las dos historias para ser llevadas a la pantalla grande. Las películas se estrenaron en 1951 y 1953 respectivamente.
El estreno de «Pinocho» fue un evento muy esperado y se llevó a cabo en el Teatro Central Park en Nueva York en febrero de 1940. La película fue aclamada por la crítica y el público, convirtiéndose en otro gran éxito para Walt Disney Productions y consolidando su posición como líder en la industria de la animación.
Hasta hace poco tiempo la estrategia de Disney para estrenar sus películas clásicas, tradicionalmente solían seguir un ciclo de lanzamiento en cines cada 7-10 años. Esta práctica se conoce como el «ciclo de reaparición» o «ciclo de relanzamiento». La idea era presentar las películas a nuevas generaciones de espectadores y mantener viva la magia de los clásicos de Disney. Sin embargo, esta estrategia ha variado a lo largo del tiempo y puede haberse adaptado en los últimos años.
Esta estrategia de ciclo de reaparicion tenía varios objetivos:
Generar ingresos recurrentes: Relanzar las películas permitía a Disney generar ingresos adicionales de las mismas películas a lo largo del tiempo, aprovechando el interés continuo del público en sus clásicos animados.
Mantener viva la marca: Al relanzar las películas en cines cada cierto tiempo, Disney podía mantener la relevancia de sus clásicos y mantener viva la marca en la mente del público, tanto en las generaciones más jóvenes como en las más mayores.
Introducir los clásicos a nuevas generaciones: Al relanzar las películas, Disney podía presentar sus clásicos animados a nuevas generaciones de espectadores que quizás no habían tenido la oportunidad de verlas en cines o en formatos domésticos.
Aprovechar avances tecnológicos: Con cada relanzamiento, Disney podía aprovechar los avances tecnológicos en animación, restauración de imágenes y sonido para mejorar la calidad de la experiencia cinematográfica y mantener las películas actualizadas visualmente.
La estrategia de relanzamiento de las películas clásicas de Disney permitía a la compañía maximizar el valor de sus propiedades intelectuales, mantener la conexión emocional con el público y continuar capitalizando el legado de sus queridos clásicos animados.






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